Ya lo sabe quien escribe, que en cada momento que uno cesa de escribir y luego retorna a las páginas es como comenzar a escribir de nuevo. Más aún en estos casos bloggers, cuando lo que se escribe no es novela, no es investigación y no se posee una dirección orientadora.
Cada día que pase, será una nueva persona la que se sienta a escribir.
Constantemente en cambio y en aprendizaje, no podría asegurar que alguna de mis convicciones de hoy se mantenga mañana, ¡no podría! (el capicúa es voluntario)
Cambio, la idea de cambio radical.
En el mundo técnico todavía es posible progresar. No se conoce todo. El progreso es posible, no solo en la ciencia física, en la conquista del espacio o en la ciencia biológica y el conocimiento de los seres vivos, sino también del lado de la sociedad y de los hombres. Estas ideas que inculca el leer, estudiar, aprender constantemente, cuan distantes están del “está todo inventado” que nos pretenden hacer creer. A algunos les molesta lo distinto, y con esto… ¡si que no estoy diciendo ninguna novedad!
Mientras escucho música, almuerzo con los pies sobre la mesa (unos 7 fideos tricolor, aceite, pizca de sal y semillas), escribo, siento y pienso, pelo una mandarina y renuncio a las opresiones de la sociedad, me encuentro que leyendo el material de estudio de una nueva carrera que nunca planifique.
Si, antes de contar que me llama la atención de ese material, y desarrollar algo de todo lo que quiero decir, grito en este medio algo que hoy se siente tan antiguo como las pirámides de Egipto: “ Fuck the sistema”.
Dicen… que hay muchas cosas que han cambiado, las razones objetivas de estos son los medios técnicos empleados. Leo este material de estudio, dice… “hay razón para creer que el medio técnico empleado –ya sea una caña, pincel de junco, pluma de oca, plumilla de acero o lápiz – haya tenido influencia considerable: ya sea en el modo (y a veces incluso en el contenido) del objeto escrito, ya sea en la naturaleza del proceso cognitivo del sujeto escribiente. En otras palabras el instrumento, según su grado de manejabilidad, adaptabilidad y precisión, habría condicionado fuertemente el resultado final de la escritura…”
De esto podemos deducir que en la práctica existe una correlación entre el tipo de instrumento y el modo de pensar. También del texto elaborado por T. Maldonado en 1994, surge que la habilidad operativa del usuario, su destreza en el uso del artefacto, depende en gran medida de la adopción de una serie de conductas corporales altamente formalizadas y codificadas.
“El usuario asume una postura, una técnica del cuerpo”. M.Mauss (1968)
No entendamos esta postura como solo la forma en que colocamos las manos en el instrumento, sino como involucramos todo nuestro cuerpo, nuestra circulación, nuestra respiración, nuestras emociones.
De esto podemos deducir que en la práctica existe una correlación entre el tipo de instrumento y el modo de pensar. También del texto elaborado por T. Maldonado en 1994, surge que la habilidad operativa del usuario, su destreza en el uso del artefacto, depende en gran medida de la adopción de una serie de conductas corporales altamente formalizadas y codificadas.
“El usuario asume una postura, una técnica del cuerpo”. M.Mauss (1968)
No entendamos esta postura como solo la forma en que colocamos las manos en el instrumento, sino como involucramos todo nuestro cuerpo, nuestra circulación, nuestra respiración, nuestras emociones.
Nietzsche fue uno de los primeros filósofos en usar la maquina de escribir, ¿te empieza a cerrar la historia? En una carta que escribe a su amigo Köselitz le menciona “El instrumento que usamos para escribir colabora con nuestros pensamientos”, en esa carta el relata la torpeza que se le manifiesta ante la dureza de su máquina. A veces lo comprendo… no saben lo tortuga que es mi instrumento, también he recibido alguna queja sobre Juanita…el instrumento de ella.La dificultad encontrada en el instrumento guarda un aspecto paradójico. Cuando el instrumento no colabora ( Juanita te re banco!!!) la excesiva lentitud que de ello resulta influye en cierto modo en el ritmo del pensamiento. Lindo, ¿no?
Escribir, es como amar, es como vivir, no hay necesidad de hacerlo rápido… solo si te gusta…
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