"Existen dos leyes que actúan sobre nuestras vidas: karma y dharma. Karma es una ley universal y dharma, la ley humana, jurídica o religiosa, del lugar y tiempo en que el individuo esta viviendo. El karma no es temporal ni espacial. El mismo karma es aplicable a un ateo del siglo XXI, a un musulmán del siglo XV, a un centurión romano o a un troglodita prehistórico.
Sin embargo, el dharma de cada uno de ellos es bien específico, pues fue determinado por las costumbres de su tiempo y lugar. Para vivir bien, con salud y felicidad, es preciso conocer esas dos fuerzas para obtener la armonía entre ellas, especialmente en los numerosos momentos que entran en choque. Hay circunstancias en que el dharma determina que usted actúe de cierta forma y el karma, de otra. Por ejemplo: el dharma manda que, en tiempos de guerra, mate. El karma lo prohíbe en cualquier circunstancia. ¿Cómo actuar? Hay muchas soluciones. Una de ellas es prestar el servicio militar como enfermero. Esta maniobra disimulativa es aplicable también en nuestra vida cotidiana.
El karma no es una ley moral, porque la moral es algo temporal y cambia todo el tiempo. El dharma es una ley moral porque está basado en las costumbres." Fragmento de texto extraído del Yôga Avanzado - DeRose. Pág. 528
Día a día emprendo el contínuo estudio y auto estudio de estas dos leyes. En camino hacia el entendimiento del dharma, entre otras cualidades obtuve el título de abogado, su matrícula habilitante para el ejercicio de esta profesión, y es una de las herramientas que utilizo.
Desde esta óptica es que quizás pueda explicarme. Mostrar hacia donde es que momentáneamente me dirijo.
Sin embargo, el dharma de cada uno de ellos es bien específico, pues fue determinado por las costumbres de su tiempo y lugar. Para vivir bien, con salud y felicidad, es preciso conocer esas dos fuerzas para obtener la armonía entre ellas, especialmente en los numerosos momentos que entran en choque. Hay circunstancias en que el dharma determina que usted actúe de cierta forma y el karma, de otra. Por ejemplo: el dharma manda que, en tiempos de guerra, mate. El karma lo prohíbe en cualquier circunstancia. ¿Cómo actuar? Hay muchas soluciones. Una de ellas es prestar el servicio militar como enfermero. Esta maniobra disimulativa es aplicable también en nuestra vida cotidiana.
El karma no es una ley moral, porque la moral es algo temporal y cambia todo el tiempo. El dharma es una ley moral porque está basado en las costumbres." Fragmento de texto extraído del Yôga Avanzado - DeRose. Pág. 528
Día a día emprendo el contínuo estudio y auto estudio de estas dos leyes. En camino hacia el entendimiento del dharma, entre otras cualidades obtuve el título de abogado, su matrícula habilitante para el ejercicio de esta profesión, y es una de las herramientas que utilizo.
Desde esta óptica es que quizás pueda explicarme. Mostrar hacia donde es que momentáneamente me dirijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario